miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo 7: Planes y encuentros imprevistos

Hola! Marina al habla. Este capítulo quizá es un poco largo de más, pero os prometo que no os va a defraudar, besos y gracias por leerlo :) FDO. Destinos (Elenna y Marina)

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Las lágrimas caen sin cesar una tras otra, mientras que todos los muebles a mi paso sufren mi ira y frustración. Tampoco me esfuerzo en parar los constantes sollozos y suspiros que salen de mi boca, poco me importa ya. En un impulso, deshago la cama y tiro las sábanas, las piso con rabia sin dejar de murmurar, y a veces gritar, barbaridades de forma atropellada, sin ningún sentido, y todas las palabras malsonantes que conozco. Obviamente todos los habitantes de la casa estarán esforzándose en ignorar mi escándalo.

Es extraño, aunque Will me haya dejado sola en medio de la tempestad, no puedo evitar seguir queriendo que me comprenda, a pesar de lo traicionada que me siento. Tengo que entenderle yo también, no es fácil creer a una adolescente medio amnésica, pero podría esforzarse algo, un rato antes me ha aterrorizado… En fin, creo que mi hermano es un misterio para mí, y podría jurar que para todo el mundo.

Esta soledad amenaza con oprimirme el corazón, me retuerce la garganta hasta sentirme marchita, soy como una anciana que espera con impaciencia a la muerte, con el único consuelo de sus viejas memorias. No puedo sentirme viva entre estas cuatro paredes eternamente, por una vez quiero algo de normalidad, ser otra adolescente del montón, algo egoísta y superficial, a pesar de que siempre he odiado esas actitudes. ¡Qué lejano se me antoja el pasado! Me da la sensación de que he estado toda una vida aquí (cuando llevo 4 meses), entre silencios y recelos, entre asesinos… Porque sé que lo son. Intento ahuyentar los pocos recuerdos de aquella noche: el gas, el humo, el extraño silencio. Es una realidad que Papá nunca confió en su hermana, la tía Elizabeth. Siempre se han llevado mal, a los once años empecé a darme cuenta, analizando  conversaciones y frases a medio acabar. No sé que pasaría, pero está claro que mis tíos odiaban a mis padres por alguna razón, y quizá la joven Cassandra lo averiguó accidentalmente, por eso me odia. Yo juraría que mis padres eran buenas personas, no se merecían esa muerte, calcinados por las llamas… Ojalá hubiese sucumbido con ellos, Will podría rehacer su vida y ser feliz.

Seguramente podría haber pasado una hora sentada en el suelo, acurrucada bajo las sábanas arrugadas y con la mirada perdida. El tiempo se me va de las manos a menudo. De repente, un ‘click’ desbloquea algo en mi mente, enfoco la mirada de manera repentina y dejo que la idea se forme lentamente. <<Pues claro, ¿por qué no lo había pensado antes? Algo como esto tiene que pensarse con paciencia y en frío, no es una de mis virtudes pero… Por una vez en mucho tiempo, tengo que confiar en mí. Y antes, tengo que demostrarle a Will que no soy una mentirosa, o peor, una lunática. Finalmente podremos rehacer nuestra vida, juntos o solos>> Una sonrisa se refleja en mi rostro.

De repente, Unos carraspeos detienen lo más optimista –y arriesgado- que he pensado en meses. Enfadada, alzo la vista hacia un muchacho de expresión cautelosa y despreocupada, Derek. Inconscientemente grito del susto, era la última persona que esperaba encontrar en mi cuarto. Él pone una mueca que da a entender que se está aguantando la risa, segundo después se pone serio y me estudia de arriba abajo sin más explicaciones. Empiezo a preguntarme que aspecto debo tener, pues el espejo está roto a un extremo del suelo.
-¡Menudo susto! – digo ceñuda, sin saber muy bien qué decir. Él asiente distraído, estudiando ahora mi rostro - ¿Por qué te presentas aquí sin llamar?
Parece volver en sí, sus ojos verdosos se clavan en los míos y medita con cuidado sus palabras.
-Es cierto, ha sido descortés, pero la puerta estaba entreabierta – se encoge de hombros y se sienta junto a mí, no sin antes mirar con sorpresa el desorden que hay por todos lados.
-¿Y ya está? Me pone enferma que…- me interrumpo y le miro esta vez  yo con curiosidad. ¿Por qué voy a ser borde con Derek? Sí, los motivos me sobran, pero quitando lo herida y avergonzada que pueda sentirme en su presencia, que hará unos seis meses que no lo veo, y que las últimas veces que nos vimos no tuvimos conversaciones precisamente fluidas, es el mejor amigo de mi hermano, está aquí para “ayudarlo”, y ya que mi hermano le ha encargado algo, pues yo también tendré un aliado a mi utilidad. Lo siento Derek, pero me debes una.

-Vamos, no te cortes ¿Qué te pone enferma de mí? – cruza las piernas y se acaricia la barbilla, en un intento de hacerse el interesante, esperando a que me ría.
-Nada en realidad – sigue haciendo el tonto y finalmente me río- Resulta patético pero me siento lo suficientemente sola como para aceptar tu compañía, Derek, siéntete halagado – le dedico mi mejor sonrisa, algo a lo que no suelo tener costumbre.
-Así que voy a ser tus sobras… -protesta burlón – Bueno, enana, podrías empezar por ponerme en situación. Ya sabes, tus tíos, primos…. – parece que va a decir algo más, sin embargo me sonríe algo incómodo.
-Tranquilo, ya sé a lo que te refieres – le ayudo – cierra la puerta, no me apetece que se enteren los demás.
Durante la siguiente media hora le cuento prácticamente mi vida los últimos cuatro meses, saltándome esa “ínfima” parte en la que pienso que mis tíos tuvieron algo que ver en la muerte de mis padres y haciendo una versión más anecdótica, claro. Sorprendentemente el tiempo se me hace corto y me río un par de veces con sus comentarios.
Seguimos hablando un rato más, cuando unos golpes a la puerta nos sorprenden y dejan mudos.
-Kathe, soy Will. Vengo a disculparme. Ábreme la puerta.
Derek y yo nos miramos, asustados. A través de gestos y empujones le meto a duras penas en el amplio armario.
-Kathe, no seas orgullosa, ábreme – repite Will impaciente.
Le abro la puerta jadeante y con una sonrisa nerviosa, Will se queda sorprendido al instante.
-Claro, pasa, ten cuidado con los cristales.
Se sienta sobre la cama y al instante me pregunto << ¿Por qué he escondido a Derek? ¿No se supone que si no somos amigos al menos nos llevamos bien, que el propio Will quiere que me “vigile”? Supongo que las viejas costumbres no se olvidan…>> Sonrío cómplice dejando a Will aún más asombrado.

2 comentarios:

  1. Oye esta suuuper interesante la historia , tienes mucha imaginacion , me gusto mucho tu blog , te espero por el mio ! por cierto te sigo ! :)



    http://mimundodesdeabajo.blogspot.com/

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  2. Por qué no seguís? D: me encanta y me dejáis con intriga :(

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